¡Alto! Tu nacimiento puede verse bien, ¿pero realmente lo vale?
Debemos saber que la explotación del musgo y el heno está regulada y no siempre se comercializa de manera legal, de esto se encarga específicamente la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), su explotación irresponsable está penada con considerables multas, procurando que los consumidores obtengan mercancía sustentable.
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Ahora, ¿porqué son tan importantes?
El musgo es vital para algunas especies de plantas e insectos, ya que es un microecosistema, por otro lado mantiene el suelo húmedo, evita su erosión y ayuda a la germinación de las semillas de otras plantas. El musgo tarda hasta siete años en crecer, pues necesita condiciones especiales y específicas.
Por su parte, el heno también es un microecosistema y ayuda a capturar el agua, aunque en menor cantidad, además de ser una planta autosuficiente. Contrario a lo que muchas veces se cree, no es una planta parasitaria, ya que no depende ni daña a los árboles sobre los que crece.
Los vendedores consiguen estas plantas en los diferentes bosques de pino, oyamel, encino y pino-encino de México, a través del robo hormiga, conocido de esta forma porque no se sabe cuántas toneladas se roban al año.
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Para que la explotación de estas especies sea legal, se pide que solo se seleccionen plantas en la etapa de madurez de cosecha. En el caso del musgo, no se pueden sustraer más de 2 metros de ancho de la planta y no se debe retirar más del 50% del total de su existencia en cada sitio, asegurando su pronta regeneración, de otra forma, si el musgo es sustraído de las orillas de ríos, arroyos o cuerpos de agua, debe dejarse una franja de por lo menos 2 metros, con el objetivo de prevenir la erosión; tampoco se permite extraer tierra al momento de retirar las plantas. En el caso del heno está prohibido derribar o dañar los árboles que le sirven de soporte y no se deben tomar especímenes donde habite fauna silvestre.
Cualquiera de nosotros puede levantar una denuncia por su extracción ilegal a la Profepa, sin embargo, diversos investigadores han señalado que muchas veces no son atendidas.
Por ello, la mejor forma de contribuir a la erradicación de esta práctica es dejando de comprarlas, definitivamente es cuestión de adaptarnos y si lo vemos desde otro ángulo, la sustitución de estas especies dentro del nacimiento puede ser una tarea que además de beneficiar a los bosques procure la creatividad de todos; que mejor que empezar haciéndolo este año, donde se han transformado tantas cosas, recuerda que es nuestro deber no ser los mismos que cuando esto empezó, sino una mejor versión de cada uno.
